CALDEA es un spa, que no tiene nada que ver con un spa… Si nos has visitado alguna vez, sabrás de qué te hablamos 😃 Pero, ¿te has preguntado de dónde proviene la palabra SPA? ¿Es una palabra en sí misma, o son siglas que esconden algo más? Sigue leyendo y descubre qué historia se esconde tras estas 3 letras.
La gran mayoría de los expertos coinciden al afirmar que el origen de la palabra está en el pueblo belga de Spa muy conocido desde la antigüedad por sus baños de aguas termales con propiedades curativas. Era frecuentado y alabado por la nobleza, que acabó por extender su nombre a todos los establecimientos de similares características. Así que ya sabes, en Bélgica, además de buen chocolate, también puedes disfrutar de aguas termales.
Otras teorías sustentan que la palabra SPA es un acrónimo de la frase latina Salus/Sanum per aquam o Sanitas per aquam, es decir, salud a través del agua. Varios historiadores sostienen que fue acuñada en el mismísimo Imperio Romano y que incluso se han llegado a encontrar inscripciones en paredes de antiguas termas romanas. El término también podría proceder del latín espargere, que significar derramar, esparcir.
No nos vamos de viaje 😃 Indagando en otras teorías, encontramos que otro posible origen sería la procedencia del vocablo espa (que significa fuente en la lengua valona antigua) o bien de spaw, una palabra del inglés antiguo derivada del valón, que se sigue utilizando como sinónimo de spa o balneario en dialectos del norte de Gran Bretaña (en el condado de Yorkshire por ejemplo).
Sea cual sea el origen de la palabra SPA, lo cierto es que en CALDEA disfrutarás del termalismo de una manera poco convencional. Descubre una propuesta única en la que los contrastes serán el hilo conductor de tu experiencia termal en Andorra. ¿Vienes?