Después de un diciembre con temperaturas bastantes agradables, enero viene acompañado de frío intenso. Para contrarrestar las bajas temperaturas, te proponemos combatirlas desde dentro, con alimentos que te aportarán un plus calórico sin afectar a la báscula. Y como guinda del pastel, nuestro truco para mantener tu piel bien hidratada. Sigue leyendo y aprende a lidiar con el frío de la mejor manera.
En invierno nuestro organismo nos pide ingerir más calorías, por este motivo las comidas tradicionales de esta estación del año son contundentes e hipercalóricas (como por ejemplo los guisos, los cocidos y las legumbres). También es cierto que actualmente nuestra actividad laboral no es tan exigente como lo era antaño, y que la temperatura en hogares y lugares de trabajo es agradable gracias a la calefacción (en ocasiones es hasta demasiado elevada). Por tanto, aunque necesitemos algo más de calorías que en otoño o primavera, la diferencia no es tan elevada. Por este motivo te proponemos apostar por un incremento de grasas saludables (como el omega-3) o aumentar ligeramente el consumo de hidratos de carbono (como la pasta o el arroz)
No vamos a descubrirte nada que no sepas. En los días más fríos del invierno, las sopas y purés calentitos sientan la mar de bien, además de ayudarnos a hidratarnos (ya que por regla general en esta época del año bebemos menos agua). Estos caldos y sopas nos ayudarán a mantener la temperatura corporal adecuada.
Este trio de vegetales es un potente triángulo para reforzar nuestro sistema inmunológico. Podrás añadirlos a casi cualquier plato para beneficiarte de sus propiedades antioxidantes, antibióticos (en el caso del ajo) o anti-reumáticas.
El jengibre es quizás el más desconocido, aunque puede convertirse en tu mejor aliado para combatir el frío ya que posee propiedades antiinflamatorias y expectorantes. Te proponemos que lo añadas a tu smoothie matinal o a tu zumo de frutas (no obstante puedes usarlo también en guisos, asados o la elaboración de postres dulces)
Sabemos que en invierno nos cuesta más tomar agua. No sentimos calor, por lo que no necesitamos bajar nuestra temperatura (¡al contrario!) así que es fácil que olvidemos proporcionar a nuestro organismo el líquido que necesita.
Si quieres mantener un correcto nivel de hidratación en tu cuerpo y lucir una piel con un aspecto sano y radiante, no olvides beber. Si el agua como tal no es lo que más te apetece, toma zumos o smoothies que, además de hidratarte, vienen cargados de vitaminas para fortalecer tu sistema inmunológico. Si además de hidratarte te apetece entrar en calor, opta por las infusiones calientes. Si estás pasando por un resfriado, te ayudarán además a aliviar el dolor de garganta o la congestión nasal, y en función de la infusión elegida podrás sacar provecho de sus propiedades drenantes, antioxidantes, expectorantes….
Si bien es importante tomar fruta durante todo el año, esta es especialmente recomendable en caso de bajas temperaturas. Naranjas, mandarinas sin olvidarnos del kiwi, nos ayudarán a combatir el frío y los resfriados. Para tu piel, la vitamina C es un poderoso antioxidante que combate el envejecimiento cutáneo, reduce las líneas finas de expresión y minimiza el enrojecimiento, aportando luminosidad a tu rostro.
Ahora ya conoces las claves para hacer frente a las bajas temperaturas y reforzar tu organismo frente a gripes, resfriados y otras enfermedades del sistema respiratorio. Y si además mantienes una correcta hidratación – gracias a las sopas, infusiones y zumos- y añades un plus de vitamina C a tu dieta, podrás lucir una piel bonita, luminosa e hidratada casi sin esfuerzo.
¡Prueba y cuéntanos qué te parecen los resultados!