Inspirándonos en los contrastes de las aguas naturales de Islandia, en Caldea disponemos de un espacio en el que recreamos las combinaciones de temperaturas en el agua y en sus diferentes estados: el Baño Islandés.
¿Quieres saber cuáles son sus orígenes y qué beneficios proporciona? ¡Sigue leyendo!
Por su situación geográfica, Islandia es un país con una gran actividad volcánica y geológica que determina en gran medida su paisaje. Se pueden encontrar termas en cráteres de volcanes, arroyos o piscinas naturales… En cualquier lugar dispondréis de agua termal para tomar un baño. Con este panorama, no es difícil entender que en Islandia, los balnearios y el termalismo son parte del ADN de la nación. ¿Sabías que Laugardagur (sábado, en islandés) significa “día de la piscina”?
Como ya hemos mencionado, en Islandia encontraréis un sinfín de «Heitur pottur» (literalmente, olla caliente) con temperaturas de entre los 37 y los 43ºC, en las que la gente se reúne para disfrutar del agua caliente y charlar un rato. Poco importa si fuera del agua nieva o hace frío.
En muchas piscinas del país, hallaréis también grandes bidones o piscinas de agua fría (a una temperatura de entre 8ºC y 10ºC) para darle al cuerpo un saludable contraste de temperatura.
Tomando inspiración del modelo natural de Islandia, en el hemos reproducido un iceberg, dos baños de diferentes temperaturas y un surtidor de agua termal. Todo listo para que disfrutes de las propiedades de nuestras aguas termales, al tiempo que tu cuerpo nota las sensaciones de los distintos estados del agua sobre él.
Este baño es el complemento ideal después de una sauna puesto que al salir del calor seco es conveniente pasar por un espacio de frío para tonificar. Fricciona todo tu cuerpo con hielo (0ºC) de nuestro iceberg, y siéntate en un asiento que ayuda a reafirmar piernas y caderas mientras tus pies permanecen en agua fría (15º C). Tras este primer contraste, te recomendamos que pases por el baño con agua más caliente (unos 20ºC) y que acabes descansando sentado en un banco.
Entre los principales beneficios del baño islandés se encuentran la mejora de la circulación sanguínea, un efecto reafirmante para el cuerpo así como un alivio inmediato del estrés.
Nuestras aguas termales, ricas sodio y sulfatos, ejercen una acción antiálgica, cicatrizante, descongestionante y antialérgica. En Caldea además, a estos efectos terapéuticos se les une una experiencia lúdica que aporta una sensación de bienestar sin igual.
Aprovecha el mes de enero y empieza el año renovándote por dentro y por fuera. Consulta nuestras ofertas de entrada de mañanas o entrada a mediodía si deseas estar más tranquilo y ven a comprobar las propiedades de nuestro baño islandés.
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